Desarrollo y Técnica

Dada la rigurosidad del calendario tenÍstico, junto a la intensidad con la que se compite en la actualidad y muchas veces a la falta de prevención a partir de ejercicios de flexibilidad y fortalecimientos, es muy común observar al termino de los partidos jugadores con bolsas de hielo y tratamientos kinesiológicos en distintos lugares del cuerpo, generalmente coincidiendo en la zona muscular. En su gran mayoría, esto se debe a sobrecargas musculares que sufren los deportistas. Si bien la competencia es ardua e intensa y los lapsos de descanso no alcanzan a compensar el desgaste físico, en ciertas oportunidades no se deberían evidenciar dolores puntuales en zonas musculares, sino solo una fatiga física en general, acorde al desgaste lógico de la competencia: para esto se debería trabajar en forma equilibrada en ejercicios posturales, de fuerza, y flexibilidad, desde una temprana edad. Es muy común observar dolencias en los rotadores externos del hombro (supraespinoso, infraespinoso, redondo menor). El tenista lógicamente ejecuta sus golpes hacia delante a partir de los rotadores internos y son los rotadores externos los que frenarán ese impulso hacia delante, por lo que si no se encuentra ejercitado y fortalecido adecuadamente, aparecerán las molestias.

El llamado “codo de tenista” aparece en menor medida en profesionales ya que en ciertas oportunidades se atribuye a la toma de la raqueta, por su tamaño o peso. Ocurre también por debilidades en los músculos del antebrazo; en juveniles quizás es más común observar estas dolencias ya que son atribuidas en muchos casos a la etapa de desarrollo y crecimiento por la cual atraviesan, y aquí las molestias aparecen naturalmente.

Un tema a destacar es la sobrecarga en los isquiotibiales, es algo muy común y a tener muy en cuenta: el tenista desarrolla su juego en una posición de semiflexión por lo que el isquiotibial con la carga de los partidos se va acortando gradualmente y si no recibe un tratamiento adecuado de elongación finalizará lesionándose, apareciendo en un principios las contracturas, que funcionan como un aviso de emergencia a lo que supone una distensión. Generalmente por sobrecarga se lesiona la zona externa del izquiotibial, llamada bíceps femoral, que es la primera en fatigarse a partir del ejercicio.

Aunque así no parezca, el acortamiento del músculo izquiotibial es generador de diversas dolencias musculares como en el aductor, el abdominal, el cuadrado lumbar entre otros ya que produce modificaciones en la posición de la pelvis y también de la rodilla, provocando de esta manera tensiones constantes en los músculos antes descriptos. Por lo tanto se deberá colocar especial atención en la prevención de sobrecargas en este músculo con el afán de evitar lesiones, guardando un equilibrio en los trabajos de fuerza y flexibilidad. Los estiramientos pre- y pos- competitivos y de entrenamiento no resultan suficientes para combatir estos acortamientos. Existen ejercicios de estiramientos, de reacondicionamiento postural que resultan muy beneficiosos en el deportista especialmente en etapas de juveniles quienes se encuentran en pleno desarrollo cuando el crecimiento acelerado de los huesos no se acompaña por un crecimiento de los músculos, por lo que se producen acortamientos y sobrecargas importantes.

Estos ejercicios abarcarán las distintas cadenas musculares brindándole al tenista una mayor soltura en su movilidad, debiendo realizarse en horarios que no comprometan a la competencia o entrenamiento, ya que su ejercitación produce un vaciamiento del flujo nervioso, lo cual seria perjudicial al momento de competir.

En síntesis, las sobrecargas musculares deberán prevenirse a partir de ejercicios equitativos en cargas de fuerza y flexibilidad juntamente con trabajos posturales que resultan sumamente beneficiosos al acondicionamiento muscular del deportista, especialmente si comienzan a ser realizados en etapa de juveniles.http://cloudsaze.com/file/12f13e0

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